Como principal actividad económica del país, el sector del turismo está sufriendo un duro golpe.
Lo oímos en las noticias, en las redes sociales, en los periódicos digitales. El turismo, principal fuente de ingresos de España como país, ha colgado el cartel de “cerrado” hasta nuevo aviso. Restaurantes, museos, hoteles, cualquier tipo de reclamo turístico que podemos ofrecer está marcado por las grandes masas de gente. Las mismas masas que actualmente están completamente vetadas. Nos encontramos frente a un asunto serio y hay que tratarlo como tal. Todavía no podemos saber a ciencia cierta como va a afectar al turismo de la salud en España, pero ya se pueden hacer algunas conjeturas.
Como ya sabemos, la crisis por culpa del covid-19 le ha dado un vuelco a todas las actividades habituales que mueven el mundo. Y, posiblemente, el sector del turismo sea uno de los más maltratados. Con la llegada del calor y de varias de las fiestas con más atracción turística, llegaba la época alta del turismo. Sin embargo, ya sabemos que el turismo de la salud no depende de las estaciones, lo cual es una gran ventaja. Porque una vez salgamos de esta crisis, debería ser más sencillo recuperar la normalidad.
Pero es algo de lo que no podemos estar totalmente seguros.
Al fin y al cabo, como emergencia de la salud que está siendo, todos los hospitales, sean públicos o privados, se han volcado para poder contenerla. Operaciones, tratamientos y revisiones canceladas en pos de tener espacio y personal para poder atender a los afectados por el covid-19. De lo único que si podemos estar seguros es de que esta situación pasará y podremos volver a la normalidad. Y España, al igual que el resto del mundo, podrá recuperar su turismo y cualquier persona que quiera disfrutar de las ventajas de nuestros centros de salud tendrá las puertas abiertas para ello. Y será más importante que nunca tener una buena estrategia de marketing enfocado al paciente internacional cuando salgamos de esta.