Las diferencias entre el turismo de salud y bienestar con respecto a otros tipos de turismo de salud.
Cuando pensamos en el turismo de salud y bienestar, lo primero que nos viene a la cabeza es lo que se entiende como turismo médico, es decir, viajar a otro país para recibir algún tipo de operación ya sea estética o de cualquier otro tipo, ya sea porque resulta más barato que en nuestro país de origen o porque es un tratamiento que no está contemplado en nuestro país.
Sin embargo, el término salud no implica sólo la ausencia de afecciones o enfermedades, sino que está definido como el estado completo de bienestar físico, mental y social. Y ahí es donde entrar el turismo de bienestar.
El turismo de bienestar se refiere a los viajes realizados para mejorar la salud a través de actividades físicas, psicológicas o espirituales, enfocadas especialmente a la prevención. Lo que se traduce en viajes a países que pueden ofrecer zonas de baños termales, spas, balnearios o similares y, posiblemente, con un añadido cultural. Estos viajes suelen ser medianamente largos, para poder relajarse y aprovechar de manera completa todos los beneficios de hospedarse en este tipo de lugares.
El turismo de salud y bienestar en España está sufriendo un gran aumento, habiendo pasado de ser el puesto número 15 dentro de los destinos principales para ese tipo de turismo dentro de Europa a ser el puesto número 5 en sólo dos años, siendo Barcelona y Madrid las ciudades destacadas para los turistas. Así, nos hemos convertido un referente internacional, lo que supone una gran fuente de ingresos, pues es un tipo de turismo de alta gama, donde no sólo están involucrados los lugares donde van a recibir los cuidados, sino hoteles, restauración y el turismo de cultura.